En esta ocasión tratamos las distintas emociones que nos produce el dolor crónico a los afectados y familiares.
Una de las particularidades que tiene la Espondilitis es que los afectados se enfrentan a temporadas de dolor continuo, denominadas brotes.
Cuando la enfermedad avanza y no se consigue controlar con los tratamientos, el dolor se vuelve crónico: hay dolor continuamente.
Este dolor hace que broten en los afectados distintas emociones como la angustia, frustración, tristeza. Tener que cancelar planes a última hora o ni siquiera poder hacerlos en estas temporadas es duro a nivel psicológico para los afectados. Sin embargo en el grupo también hablamos que se producen emociones positivas como la esperanza y la ilusión por encontrar un tratamiento, por poder hacer algunas cosas, por tener el apoyo de la familia y amigos.